Posicionarse con la inteligencia emocional

La llamada psicología positiva explotó hace unos años con argumentos originales para mejorar las relaciones humanas y la productividad en las empresas. Sus objetivos eran, y son, estimular la comunicación interpersonal basándola en mejorar la percepción de los individuos sobre sus conflictos, mostrar el valor de diferentes recursos positivos y adoptar patrones de comportamiento distintos que acaben como estrategias superadoras.

Esa psicología positiva, que intentaba ir más allá de los esfuerzos de la tradicional basada en tratar lo malo que habita en las relaciones humanas, se ha acercado también a los social media como proactiva en aras de una gestión eficiente de las redes sociales profesionales. Las que sirven de apoyo al posicionamiento en los buscadores de cualquier proyecto de socialización de contenidos comerciales  en la Red.

Así, ¿en qué se basa, qué nos enseña y qué resulta apropiado en la gestión de las redes sociales profesionales bajo el prisma de la psicología positiva y la mejor inteligencia emocional en los negocios dinamizados con recursos digitales online? Analicémoslo echando un vistazo a dos conceptos: El lenguaje y el tratamiento del conflicto.

-Lenguaje positivo.  Por lenguaje positivo, habremos  de entender el destierro de todos los argumentos que resulten negativos.

No porque sean parte de inaceptables precursores de conflictos, sino porque la comunicación en  las redes sociales se basa en comunicaciones impersonales, distantes, a destiempo, alejadas del cara a cara; que dan pie a malas interpretaciones y a comunicaciones ineficientes.

 

Y si no lo cree, imagínese cómo trasladaría su ironía más ‘cañera’ sólo con palabras escritas en el timeline de una red social y cuantas cosas se podrían entender y deducir del mensaje. Hágalo y verá.

El lenguaje positivo es el mismo que se emplea en la comunicación comercial, la del vendedor que muestra las excelencias aumentadas de su producto, pero, por esas características descritas del propio canal, algo que hay que tener  muy, muy en cuenta.

-Contención del conflicto. Las fricciones son parte natural de la interacción humana. Fricciones no tienen por qué ser peleas, fricciones en la comunicación pueden ser malentendidos, faltas de  comprensión, incomodidades por el manejo de formas, estilos y tiempos, pero también los silencios mal comprendidos o a los que invitan las palabras con una simple mala puntuación ortográfica.

Si las palabras que enojan nos alejan y restan puntos al posicionamiento humanizado de todo proyecto asido a las redes sociales; es una obligación estimular una buena comunicación basada en la petición de aclaraciones, en una buena educación online, armada con la paciencia que es consciente de los tiempos de espera y con el buen talante digital.

Trabaje su inteligencia emocional con palabras e intenciones apropiadas. Con ello, su link building, su estrategia deposicionamiento SEO, no experimentará cambios sorprendentes, pero sí logrará revelarse como una referencia fiable en sus redes sociales corporativas. Su perfil ganará enteros y su negocio con ello. No es magia, es inteligencia emocional.

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